Los láseres de última generación se están convirtiendo en poderosos aliados para el bienestar de las mujeres de 50+. El último en llegar el “Láser en estado sólido” que mejora la salud íntima de la mujer a partir de la menopausia.
Se está generalizando el uso de láser para tratar en general la laxitud y sequedad de las paredes de la mucosa vaginal, para tratar la uretra y mejorar la incontinencia urinaria y para el tratamiento de la melanosis vulvar, entre otras patologías.
El láser actúa mediante impactos imperceptibles de energía térmica que favorecen la producción masiva de colágeno aumentando el grosor de tejidos y mucosas de las zonas íntimas.
Estos tratamientos son totalmente ambulatorios y no tienen ningún efecto secundario negativo y el único problema, de momento, es que no están incluidos en la sanidad pública, pero todo se andará.